El cóctel Moscow Mule (Mula de Moscú) está basado en una mezcla bastante inusual, como es combinar el vodka y la cerveza de jengibre para elaborar una deliciosa y refrescante bebida. En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial el vodka era todavía aún bastante desconocido fuera de Rusia y de Centroeuropa, por este tiempo en los Estados Unidos la bebida más popular era la ginebra y cómo no, el whisky.

En 1939 John G. Martin, presidente de GF Hermanos Heublein, Inc., una compañía de distribución de alimentos y bebidas de la Costa Este, compra los derechos de Smirnoff por 14.000 dólares, para su comercialización en los Estados Unidos y así poder hacer la competencia al whisky y a la ginebra, de hecho, al principio de su distribución cambiaron los tapones del vodka por tapones de whisky, para intentar comercializar el vodka Smirnoff como el «whisky blanco».

Cuenta la historia que durante la gira de promoción que se llevó a cabo por parte de la compañía Heublein, Inc., para dar a conocer el nuevo producto, el presidente de ésta, John G. Martin, se detuvo en la taberna Cock’n’Bull en Sunset Strip, Hollywood, un famoso British Pub de la época, para cenar con su amigo Jack Morgan, propietario de la misma y dueño de una marca de cerveza de jengibre elaborada artesanalmente en su propia casa, la cuál no tenía una gran aceptación por parte de la clientela del Cock’n’Bull, pero Morgan seguía luchando para dar salida a una importante existencia de cerveza almacenada en su local.

Aprovechando la necesidad que tenían ambos, uno de vender su cerveza y otro de dar a conocer su nuevo producto, el vodka, ambos decidieron crear un cóctel mediante la mezcla de la cerveza de jengibre de Morgan y el vodka Smirnof de Martin. Al principio la mezcla no fue muy agradable, hasta que probando una y otra vez dieron con la fórmula apropiada, de esta manera nació el cóctel Moscow Mule, esto ocurría en el año 1941 y a partir de aquí el Moscow Mule se propagó por todo el territorio estadounidense, convirtiéndose en unos de los cócteles más populares de los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo.

Para servir este atrayente cóctel se eligieron tazas de cobre grabadas con el nombre Moscow Mule, propio del cóctel. Se dice que la mujer de Jack Morgan sugirió se sirviera en estos recipientes, ya que ella trabajaba en la fábrica donde se elaboraban estas tazas. Años más tarde la compañía Smirnoff usaría el cóctel Moscow Mule servido en estas características tazas de cobre para encabezar una campaña de marketing obteniendo unos grandes resultados, ya que entre los años 1947 y 1950, el consumo de vodka en los Estados Unidos se triplicó, y duplicándose las ventas de Smirnoff en 1951.